domingo, 4 de diciembre de 2016

Yo sólo quería llevar una vida tranquila - Vomita Laika: Agravio

Dedicado a Trolaso D. Mierda

Óiganme
ahora que me han dejado
subir a la tarima
y podría hasta decirse
que me prestan atención:

¿acaso una persona
no tiene derecho
a sacar a pasear la guadaña
cuando asoman las malas hierbas
de la idiocia y la estulticia?

Hablo de aquellos parias de la palabra,
que sin el menor miramiento
¡se atreven!
a decirse librepensantes
e irreverentes
contra la tiranía de la exageración
y de lo correcto.

Hablo de si
realmente
hace tantísima falta
dejar hablar hasta a los más tarugos
sólo para cerciorarnos
de que tiene que haber de todo en la viña del Señor,

de si no bastaría,
digo yo,
con oír hablar al primero
y una vez hechas las cuentas
calcular
cuándo va dar el derrape mortal
y a estrellarse contra la mediana de temido nombre:

“argumentación”

Oh, los tambores de lo emocionante
resuenan
cuando vemos en lontananza
la enésima proclamación vacía,
la misma salida de tiesto,
de aquel que se dice libre
de los barrotes moralistas.

Algunos ya apostamos:
“¡Por allí resopla un “VETE A CUBA”!
¡Trae arpón y amarra,
que esta noche te prometo
que cenaremos carne de imbécil
y beberemos
lágrimas posmodernistas!”

Y cuando uno se asoma al Abismo,
llega la susodicha oquedad
y devuelve la mirada
de diez mil forococheros
que declaman “malditas feministas”,
que entonan “algo habrá hecho”,
que tienen los santos cojones
de ofenderse a pesar de todo
y plantarse
con un escudo legendario
al que los antiguos llamaban
“Respeta Mi Opinión”.

Cuando uno se asoma al Abismo,
el Abismo le devuelve la mirada,
y con los ojos entrecerrados
y el corazón bombeando bilis
ya no quedan ganas
de hacer
nada calmado.

Es entonces
cuando toca convertirse por propia cuenta
y sobre todo riesgo
en aplicado segador de tontos,
por muy diversos motivos:

por la tranquilidad general,
por la salud pública,
por pura acumulación de desidia,
por obligación autoimpuesta,
por dar un empujoncito a la selección natural,
por tontos del culo,
y por favor.

Si les digo la verdad,
aunque ya no rezo a un dios,
algo sí suelo rogar
al vacío
en mis noches más oscuras:


“Ojalá un meteorito con forma de puño”.

martes, 4 de octubre de 2016

Poema de autobús de vuelta a oscuras

No sabía que Salamanca tuviera esta luz de despedida.

Me la brindó mientras viajaba de vuelta
hacia la noche
envuelto en viejas canciones
que ahora toman nuevos sentidos.

Y mientras tanto
sabía que una parte de mí te esperaría
cuando volvieses
a bañarte con las luces fluorescentes,
a bailar con tus ratas
con tu particular Mezcla Alucinante.

Me encontrarías en tus baquetas,
que ahora
me miran como a un igual

en tus sábanas revueltas,
que conocen nuestra risa y nuestros gemidos,
nuestras caricias
y nuestras palabras banales.

Sobre todo
nos recordaría a nosotros
tal como fuimos
durante unos días irrepetibles.

martes, 27 de septiembre de 2016

In medias res

Me reconforta saber
que me he perdido en cada una de tus curvas,
y que ahora las encuentro
y las conozco
solo con la guía de tus labios
en los míos.

Vivo tranquilo cuando tengo la cabeza encajada
en el arco de tu cuello con tu hombro,
y en el paisaje encrucijado de tu nuca
mis dedos
se arrepienten
de no haberse dejado llevar más por ahí.

Tu respiración y la mía,
cada una a un ritmo,
y sin embargo armonizadas.
Mientras tanto
se pinta una estrella
en el cielo oscuro de tus ojos,
y me sirve de norte y soporte
cuando sé que es allí
donde quiero ir.

Tu voz de calma,
tus silencios de pausa,
tu piel de destellos de mármol blando
sirven como mapa suficiente
a mis lujurias
y a mis dulzuras,
para tus jadeos
y tus sonrisas de carmín de granza.

En ningún otro lugar que en tu abrazo
me siento mejor que en casa.

sábado, 13 de agosto de 2016

Cadáver 1/8/2016

Soy expresión de acero y vértigo de tus lunas,
mareaba la perdiz para que no me la comiera.
Iniciad bombardeo de artillería a mi señal,
¿y quién no está perdido con semejante berenjenal?
Habíamos decidido qué revivir, qué asociar, cuando
éramos tú y yo, y eso que ni tan mal.
Goya se levantó deprimido, pero la sonrisa de su perro le calentó el corazón.
Décimo círculo del infierno: pimientos
eso habría sido, pero esperpéntico calor de marabunta
te dejaría, pero aún no te has enamorado de mí.
¡Alfonso, mi cerveza!,
porque sí.
He decidido no ser ansia y partirme como un perro de porcelana,
dijo ella. Vaya zorrona, pensé yo.
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía habría de recordar aquella tarde de verano...
Ahora, léelo de arriba abajo. Cambio y corto.

miércoles, 29 de junio de 2016

sin título 5

Maldigo a este sol
que quitó el rojo del cielo,
que desgarró la noche con la mirada
y tradujo tu azul en silencio.

Los relojes del sótano no se mueven
si no los mira nadie,
y en ese instante de responsabilidad perdida
te propongo hacer música
en metal y madera,
en carne,
sudor
y voz.

Me gustaría saber qué cuadros
puedo pintar contigo;
dentro o fuera,
en tinta o silencio de papel
te puedo hacer efigie efímera
si no tememos
despejar las nubes de tormenta
y ser nosotros
los que atronemos.

domingo, 29 de mayo de 2016

sin título 4 (you mesmerizer)

Quizás tenga el corazón a prueba de balas,
pero no de pruebas.
Cedo mis manos a la ciencia del placer,
del escucharte sonreir susurrando
o dejar que lances un suspiro entre dientes.

Para cuándo mis dedos a tus órdenes,
sobre las cuerdas o alrededor
de una cerveza que me ofreces,
en tu cuello o acariciando tu lengua.
Quiero recorrer esa flor de humedad
después de dejarla hablar una semana,
de aprender de tus palabras,
mientras me desafío a averiguar
qué pensarás al siguiente paso.

Y siempre coincidiendo.

Aunque no sé
si tus palabras saben a café
o huelen a amoniaco.

Quiero tocar Spider Dance en tus costillas,
hacer relucir esa sonrisa
mientras cantas libre y sin vergüenza.
Y desnudarte
sería cualquier cosa
menos un acto vacío;
prometo bucear en tus pupilas
mientras nos partimos en dos tan dulcemente.

De verdad que ya dejo el rollo indie,
pero no sueltes la guitarra;
solo soltémonos nosotros.
Te prometo que habrá más café con hielo,
que seguiré cerrando los ojos
para oirte poner música a la tormenta.

Buscar una explicación
mientras no callamos en tres horas.

lunes, 23 de mayo de 2016

Espacios nocturnos

Podría ser cualquier otra hora menos la que marcaba el reloj casi escondido en la esquina de las paredes amarillas. La luz macilenta se desbordaba fuera de las paredes, fuera de las ventanas, sobre la acera. El cemento bañado en aquella luz mortecina llevaba horas sin soportar un solo paso, porque los clientes del bar no tenían más razón para estar allí esa noche que estar allí, y no fuera; no les quedaba valor. Era sólo otra de las noches de apatía de una década a la que la historia sumiría en el polvo, de un barrio, de una calle que jamás nadie recordaría. Sólo estaban acodados en la barra porque esperaban que una de aquellas horas de tiniebla los arrastrara por fin en lugar de apagar su desgracia durante unos instantes.

jueves, 19 de mayo de 2016

Estupidez volcánica

Me he dejado media vida fuera;
algún capullo ha ido por ahí diciendo
que cuido demasiado de las flores y las bestias,
que sonrío en vez de herir.
Las hay
que buscan un imbécil que no condecore sus propios méritos,
algún alma prescindible que canjear por sexo vacío,
y cuando encuentran a alguien que contesta,
se asustan.

Yo continúo estremecido
y confirmo
que es mejor no buscar tanto en el cielo,
porque en Valladolid no se ven estrellas;
en vez de eso
yo me acojo
a los ladrillos de paredes conocidas,
de muros en los que apoyarme
para desprenderme del dolor y empapar con él su polvo,
o para tomar aliento
y buscar refugio.

Soy el peor de los pecadores;
mi delito es sucumbir a los otros
en lugar de mirar por mí.
Qué sencillo sería
si las noches de abatida las levantara
coronado en mi libido por mis dedos hábiles,
mi lengua audaz,
y lo que se desate después sobre las sábanas.
Creo que mi mayor temor
es desnudarme como hago ahora
y que no signifique nada.

A ver cómo me deja la noche la calle,
porque la sed me araña la garganta,
y hay tantas bocas de las que beber
que sé que no puedo fiarme de todas.

martes, 3 de mayo de 2016

Sunbleached

También son reinas tus piernas
de las puntas de mis dedos,
pistas para alzar mi lengua
y en tu piel desterrar miedos.

Nadie por las calles

"Me gustaría saber
si esta ciudad tiene más luz",
y los que te cantaban sin saberlo,
como yo,
no te esperaban.

Imaginaba con tu rostro
de pluma negra y luna recién levantadas
que tus labios sonreirían
tras vaciar mi cafetera.

En mi propio amanecer
te soñé con otro nombre y gesto,
pero cómo acerté en pintarte
desde tu pupila descendente,
puente a tus miradas grandes,
tus tragos lentos,
el sol blanco de tu piel desnuda.

Y espero que en mi desastre
pongas estrellas al desasosiego
y amaneceres hasta que sobren;
hace mucho que deseo preguntarme
"¿de dónde sale esa luz?",
y fijarme en tus ojos.

lunes, 25 de abril de 2016

sin título 3

Jamás te quedas a medias en tus miradas
porque te gusta ser profunda.
Siempre que sonríes
tengo la sensación
de que haces fuerza desnuda,
como de piel
contra piel,
y eres capaz de derribarme
simplemente con ser blanda.

Soy capaz de distinguir en la penumbra
el dilatarse brillante
de tus pupilas dispares,
y sumirme hipnotizado
es tan sencillo
como apreciar los cambios de presión
con un movimiento
de mis huellas dactilares.

Alguna vez
me dejaré reflejar
en el espejo suave de tu vientre,
víctima de tus luces y caricias,
y me harás
arquitecto
de tus curvas.

Sólo por sonreirme así,
desnudos en un valle de lenguas,
hagámonos temblar.

miércoles, 20 de abril de 2016

Posesión de primavera

Llevo toda la noche imaginando una escena
que el anochecer no arrastre consigo,
que no olvide
ni abandone bajo la lluvia tibia de abril.

Estoy esperando,
actuando despacio,
tomando posesión de este rincón del bar.
Se presagia,
se advierte,
y disfrutamos sonriendo en silencio
del blando baile de miradas e indirectas.

Será la época
que el deseo difumina,
la ambivalencia de los árboles
agitando sus manos de colores,
el hecho de que las camas
se sienten frías
y no tienen por qué estarlo.

sábado, 16 de abril de 2016

Anomalomancias

Anomalomancia #1

Cuánto hace
y suenas a metal limpio,
a desgracia
y a impactos.

Y no sueñas
por respeto indefectible
al muro de rarezas
                            separación
y no marcharse.

Anomalomancia #2

si a partir del hundirse
en lo profundo
es tu carne mi crujido entre los dientes,

y el abismo,
sólo dos:
mordisco y metal

el apresar se hunde,
el desvestir se arroja
y el hálito maldice aquel recuerdo

y el abismo
sólo tres:
el morir, el vivir, y el esperar

cómo si no concebir
vicio y desgarro
como artes encontradas al alba

y el desvelo
sólo diez:
siete días desangrado y tres de adiós

al humo mi perfidia,
a la noche el muro
en el que escondes lo que odias al callar

y el ruido blanco,
sólo mil,
pero ninguno yo.

Anomalomancia #3

Amarillo de escarnio y traición,
tiñendo el asfalto
el día en que mueren los infames.

Como una vegetación bizarra,
se desgarran sus raíces del papel de la Historia,

y, parásitos, desmenuzan
hoy y mañana
las palabras tergiversadas
de los últimos luchadores en pie.

Desvertebrados nunca;
mientras ellos hacen inventario
de inocentes silenciados,
yo lo hago de cabezas desgraciadas.

martes, 12 de abril de 2016

The early (rainy morning)

Si realmente tenías ganas de salir afuera
es porque ya tenías el café
punteado en las mejillas,
y esa caricia marrón amargo
te acompaña desde que sales de las sábanas.

Y mientras, llueve afuera,
el aire se vuelve gris y húmedo en la garganta,
por las ventanas el agua hace carreras
y enturbia la luz.
Tú te sumerges en la ropa,
te envuelves en música
que acompaña al paisaje,
evadiendo a la mañana de tus propios pasos.

Al café le gusta saberse cálido en tu boca,
y por la noche se olvidará la escena;
todo queda entre vosotros
y esa sonrisa,
como un girasol abierto bajo la lluvia.

miércoles, 6 de abril de 2016

Ensayo sobre la épica

Tal vez no haya dias mejores para morir
que este que nos brinda el cielo
con gesto huraño,
pues no quiere en nuestro rostro un sol
que rivalice con el suyo.

Ese sol,
torcido o pleno,
es sonreir como quien enarbola una lanza.
¡Lanzadla al pecho de la desidia,
y que los días grises os llenen el corazón
como las noches de verano!
¡Como si el cielo se voltease
y el astro que escondiesen las nubes
fuésemos nosotros!

Tal vez no haya en la vida
días mejores para morir que este,
y si toca, ¡bailemos por última vez!
En mi funeral
quiero a toda la gente viva,
que con un muerto hay bastante.
Bebed a mi salud,
y si lloráis,
que sea porque os dejé un buen recuerdo,
y desearíais que fuese más largo.

Al diablo esa pereza destructora,
haced de cada día un palacio,
de cada paso un arte,
de cada beso una despedida alegre,
de cada gemido una nueva estrella
en el cielo azul oscuro de las vidas trabajadas.

El día mejor para partir
no es ningun otro
que aquel en el que hayamos terminado todo.
Por eso hay que tener siempre
la pluma afilada,
la espada envainada al punto,
la elegancia abotonada en torno
y la sonrisa cruzada y brillante,
como un sol.

domingo, 28 de febrero de 2016

Qué noche más turbia (así de amanecida)

Va sobrado el camarada Désfecholé, abriendo las puertas de la calle y encendiéndose un cigarro de toro almibarado frente al dobrino policiente.
-¡Poli!- lo provoca el sibarita del ridículo- ¡Aquí hay un melocotonazo esperándote!
-Amo a vé, licenciado de la torta -le responde enfebrecido-: no estamos todavía a hora de descañizar y ya andamios con las pollas en la boca. Me te relajes que como nos pongamos soliciantes te composto, ¿eh? Vamo a calmarno.
-Mire usted, egregio adalid de la ley que luego tal: me siento hoy algo comunista, así que nos burlaríamos si dijera que no puedo mancuriosear unas birrucas avec vous. ¿Cómo lo ves?
Acabadas estas palabras, el cigarro almibarado vuela bucólico de la mano y parece dirigirse hacia la tabla'l pecho del desdichado policiente.
-¡Caracandao, que se te va a clavar!
-¡Hideputa, eso es spoiler! -alcanza a exclamar antes de salir despedido hacia atrás con anhídrica vehemencia.
Désfecholé Pajarestri se lleva las manos a la cabeza y profiere la última exclamación que se le recuerda, síntesis del saber y conocimiento que le son inherentes:
-Alucino pepinillos, tron.
Ante la filípica épica y fálica, el dios de lo abdiestro (en ausencia del absurdo) le provoca tal catacrocker interno que no hay ni forma de poner un final normal.

sábado, 20 de febrero de 2016

JAZZ STANDARD (The Archtop Man 2)

En caravana desde mi pecho,
resonando entre la caoba.
En realidad,
son mis propios latidos
que cantan con seis cuerdas.

Hace ya mucho que el color
ha hecho que deje de importarme la teoría:
si las guitarras hacen el amor sin partitura,
¿por qué no podríamos nosotros?

Debería dar lo mismo
que mi garganta sea de carne o de arce,
porque sigo cantando amplificado
con esa calidez zumbante.

Poco más nos queda
que ser cantantes;
no vamos encima a pensar
en lo que podría salir mal.
No cuando hay música de por medio.

sábado, 30 de enero de 2016

Agua caliente

Noche que invade sutil
la habitación sumida en tus llamas.
Esa noche
me hago exangüe destrozo
y me recompongo al tocarte.

Y fluyamos despacio,
en un vacío
que no es tuyo ni mío.
Salgamos de tu pequeña guarida,
llenemos de versos
el otro lado de la puerta.

Llena tu bañera
como si fuera 1999,
que vamos a inundarnos juntos,
el uno del otro.
Mi aprensión se ahoga,
mientras tú y yo flotamos
en nuestro océano cóncavo.

Te permites el lujo
de desnudarme una caricia eterna,
de hacer el ahora enorme.
Cambiante, me buceas,
yo me apaciguo en tu cascada,
la tormenta de tu boca y pelo,
de tus discos de verdor entrecerrados.

Nada en esta noche instantánea
separará el calor de tu arte
de mis manos que anhelan exploradoras.

lunes, 25 de enero de 2016

Protector

No te eches la culpa;
estoy acostumbrado
a cargar
con las culpas de otros.

Por esa clase de cosas
siempre pido perdón.

Todavía tenemos pendiente
esa serenata
bajo tu ventana.
No importa que tu piso esté alto,
mi voz sabe trepar
más lejos
de lo que yo creía.

Me he dado cuenta
de que igual
hablo tan rápido
porque necesito vivir deprisa
para coger otros ritmos.

Tampoco debe importarte eso.
Ya sabes que me gusta andar.

No tengas miedo
de que te haga feliz
un principiante;
igual que cuando canto,
lo que me falta de experiencia
lo suplo con energía.

Además,
mis cicatrices ya se cuentan
por decenas.
Es lo que tiene aprender,
de verdad que no me cuesta.

No te pienses
que vas a ser más fuerte
que yo;
ya sabes que soy
un perseverante reincidente.

No te preocupes por las balas,
que aquí el protector soy yo.

sábado, 16 de enero de 2016

Instrucciones para sorprender a un rumbo erróneo

Una vez, se dice,
había cuarenta escalones hipócritas
que irradiados en el caos
se insertaron, imprudentes,
como penes haciendo oídos sordos
a la Providencia y el buen gusto,
en el camino de Agólia la Perpetua,
que aprovechó la pérdida de sus gafas
para detenerse y proseguir en altura.

miércoles, 13 de enero de 2016

Despejando las tinieblas

De repente
pero sin sorpresa,
víctima sonriente
de la prontitud

se deja sonreír
aun a expensas
de los nervios

mira
desde y hacia
lo más profundo
con sus ojos de bosques redondos

espejos
de reflejos
por interpretar

emblemas
de luces tenues
despejando las tinieblas

martes, 12 de enero de 2016

Poema de recortes 1

El viejo tan feliz
agotó su ciclo ante la droga.
El reto de
cambio de populismo
estará más entre nosotros que
la trampa diferente.

Una nueva oportunidad.
¿Y después qué?

Salir contra la madera,
intentemos que lo hagan en inglés.
Reflejo único, implicación-muerte.
Es fácil.

Alerta una semana ríos de resolución.
¿Miedo? Bien.
Sentado junto a los traficantes,
ha discutido los detalles.
Los humanos conversan desesperados,
añade.
Esos reyes, no olvidemos,
no dejan de fumar.

Hay quien hace gélida mañana.
Yo buscando algo,
ritmo, forma, la suya.
Esta filosofía
y la autoría de este tipo: la pareja.

domingo, 10 de enero de 2016

Poema conversación "Peni 8 Dic"

Cabezas, cabezas
sombreros
nos han cambiado
eso es
y vermut y cerveza
bueno pues igual
no me di cuenta...

Y bombillas en burbujas
espejos oblicuos
más cristales
tenemos aficiones comunes
-más extravagantes
menos funcionales-

Mejor no entres en esta casa.